El domingo día 3 durante la celebración del mercadillo del arte hicimos entrega de los premios y los singulares trofeos donados por Ecotisa a los ganadores del I Certamen de relatos cortos «Garrido Contigo».
Los ganadores y sus relatos fueron:
1º PREMIO
Ana Isabel Martín Melchor con «La Orquesta»
La Orquesta
Abuela: ¿qué son las guerras?.
Ay, cariño… ¿recuerdas cuando en la orquesta me preguntaste por qué el director cuando movía la batuta hacía que los diferentes músicos tocaran sus instrumentos?.
Sí, pero, ¿qué tiene que ver eso con las guerras?.
Cariño, la función del director es que la música suene coherente y equilibrada para lo cual, los instrumentos van colocados de más agudos a más graves.
Imagina que coloca la percusión al principio del todo y, va moviendo la batuta de lado a lado sin ningún sentido.
Todos los músicos notarán que algo raro está pasando e intentarán arreglarlo, pero no será posible porque, quien los tiene que organizar y sacar lo máximo de ellos mismos está haciendo todo lo contrario. Y es que las guerras son eso, un caos, una falta de coherencia entre unos pocos que llevan a muchos a pelearse con la intención de conseguir armonía.
2º PREMIO
María Elena Delgado con «Armados de educación»
Armados de educación
Todas las tardes acostumbro a escribir en una mesa de mi habitación. Normalmente lo hago por mero placer, pero a veces no me apetece y entonces recuerdo toda la gente que depende de mí y me obligo. No obstante, cada día que pasa es más difícil, noto cómo se van disipando mis ganas. No por falta de interés, lo que me faltan son fuerzas. Quizás es por el ensordecedor estruendo de incesantes misiles impactando a escasos kilómetros. Quizás es por escribir con los dos dedos que me quedan en la mano izquierda o por tener un burka tapando mi rostro. Quizás es por escribir para personas que seguramente no aparecerán el día siguiente. Sólo espero que algún día sean capaces de leerlo.
3º PREMIO
José Antonio Martín Viñas con «Cuerpo y arma»
Cuerpo y arma
Aquí estoy en cuerpo y arma, un maniquí vacío, jinete sobre un caballo de madera, jugando a la guerra, crueldad sin tregua. No quiero conocer a aquel jinete hostil que me acomete. Porque si viene hacia mí, será enemigo. No quiero ver su semblante, para no dudar cuando clave mi espada. Lo peor para un guerrero es saber a quién va a matar. Si no hay rostro, no hay rastro de moral. De lejos balbucea algo. Es un bárbaro, no hay duda. No entiendo su lenguaje, que hablen las armas. Desde donde me hallo su espada parece una pluma que apunta a un blanco estandarte y en el cielo que compartimos se vislumbra un simulacro de firma, tal vez de un tratado de paz, un castillo en el aire. No me importa. Últimamente, la guerra se disfraza de diplomacia. Aquí lo sigo esperando, en cuerpo y arma.
¡Enhorabuena a los premiados! y animamos a todos los participantes y a los que se quedaron sin poder hacerlo a repetir para el próximo año.
